Monday, August 28, 2006
El infinito silencio
Miré por primera vez la ausente maravilla del interior de mis párpados, me ofrecía el , hasta entonces, más reconfortante espacio para solazarme. Apenas el imperceptible vuelco de mi corazón me hubiera despertado, pero no pude darme a la tarea de reconstruir esta exigua existencia postraumática.
El constante ir y venir de mis pensamientos me despertó, como cada vez, a la ausencia, al vacío, a la nada. Como siempre quise ser otra, de cartón, de metal, algo menos perecedero, alguien con menos zurcos bajo los ojos, pero mis funestas primaveras se agolpaban en mi cada vez más avejentado rostro, el rostro de una vieja joven o de una joven vieja que comienza a escribir en el silencio de la zozobra, y si nadie me ha leído, qué más dá.
El constante ir y venir de mis pensamientos me despertó, como cada vez, a la ausencia, al vacío, a la nada. Como siempre quise ser otra, de cartón, de metal, algo menos perecedero, alguien con menos zurcos bajo los ojos, pero mis funestas primaveras se agolpaban en mi cada vez más avejentado rostro, el rostro de una vieja joven o de una joven vieja que comienza a escribir en el silencio de la zozobra, y si nadie me ha leído, qué más dá.
Friday, August 11, 2006
Los minutos
Nunca antes había reparado en lo extremadamente largo de cada minuto, tampoco había caído en cuenta en lo extraño de mi cara pasando deprisa frente al espejo antiguo del vestíbulo.
Desde el ventanal veo la vida, la gente viviendo, y yo doy vueltas, minuto tras minuto, prometiendo firmemente no moverme más allá de lo permitido.
Desde el ventanal veo la vida, la gente viviendo, y yo doy vueltas, minuto tras minuto, prometiendo firmemente no moverme más allá de lo permitido.
Tuesday, August 08, 2006
Los primeros pensamientos
Comencé a sentirme importante, menos pequeña, menos predecible, menos insensata. Me puse un par de tacones y maquillé mis párpados y mis pensamientos como si fueran a ir a una fiesta, pero seguía siendo yo, igual de pequeña, igual de predecible, igual de insensata; entonces me inventé una voz y una historia de mentiras y me mentí que era quien quería ser, comencé entonces con este monólogo.
Mis ojos miran las Rocallosas mientras mi cuerpo entra en una máquina que da vueltas emanando rayos que me traslucen, en este tiempo, o en el que viene es que comenzaré a recordar cuándo fue que me sentí importante.
Cuándo fue que quise ser estos pensamientos primeros, con los brazos atados y el vientre vacío.
Wednesday, August 02, 2006
VIAJES AL CENTRO DE LA MENTE
Quiero jugar en este extraño juego en el que todo existe; el fragmento donde el instante ha pasado a una progresiva ausencia retrotraída por el solo pensarla.
La espera cada vez más parecida a mí comienza a asfixiarme, la altura y el ser parte de la nada me resultan inexplicables.
